Desde hace mas de 10 años la nube ha cambiado la manera en que las organizaciones solucionan los retos a los que se enfrentan y cómo se diseñan los sistemas y las aplicaciones. El rol de un arquitecto de soluciones no solo es ofrecer valor empresarial mediante los requisitos funcionales de la aplicación, sino también asegurarse de que la solución está diseñada de manera que sea escalable, flexible, eficaz y segura. La arquitectura de la solución tiene que ver con el planeamiento, el diseño, la implementación y la mejora continuos de un sistema de tecnología. La arquitectura de un sistema debe equilibrar y alinear los requisitos del negocio con las funcionalidades técnicas necesarias para ejecutar esos requisitos. Incluye una evaluación de los riesgos, los costos y las funcionalidades en todo el sistema y sus componentes.

Diseño de una arquitectura
Aunque no hay una solución única para diseñar una arquitectura, hay algunos principios universales que se aplicarán con independencia de la arquitectura, tecnología o proveedor en la nube. Aunque no son exhaustivos, centrarse en estos conceptos le ayudará a crear una base confiable, segura y flexible para la aplicación.
Una arquitectura excelente comienza con una base sólida que se basa en cuatro pilares:
- Seguridad
- Rendimiento y escalabilidad
- Disponibilidad y capacidad de recuperación
- Eficiencia y operaciones
Seguridad
Los datos son el componente más valioso de la huella técnica de una organización. En este pilar, podrá centrarse en proteger el acceso a la arquitectura mediante la autenticación y la protección de la aplicación y los datos frente a puntos vulnerables de la red. La integridad de los datos también debe protegerse con herramientas como el cifrado.
Debe pensar en la seguridad a lo largo de todo el ciclo de vida de una aplicación, desde el diseño y la implementación al despliegue y las operaciones. La nube proporciona protección contra diversas amenazas, como la intrusión de red y los ataques de DDoS, pero aun así deberá incorporar seguridad en la aplicación, los procesos y la cultura corporativa.

Rendimiento y escalabilidad
Para que una arquitectura funcione bien y sea escalable, debe hacer corresponder adecuadamente la capacidad de los recursos con la demanda. Tradicionalmente, las arquitecturas en la nube lo lograban escalando aplicaciones basadas dinámicamente en actividades de la aplicación. La demanda de servicios cambia, por lo que es importante que la arquitectura tenga la posibilidad de ajustarse a esta demanda también. Si diseña la arquitectura teniendo en cuenta el rendimiento y la escalabilidad, proporcionará una gran experiencia a los clientes, y además le resultará rentable.

Disponibilidad y capacidad de recuperación
El mayor temor de un arquitecto es que la arquitectura esté fuera de servicio y no haya forma de recuperarla. Un entorno en la nube correcto está diseñado de manera que se anticipa a los errores en todos los niveles. Parte fundamental en esta anticipación a los errores es el diseño de un sistema que pueda recuperarse tras un error, en el plazo de tiempo requerido por las partes interesadas y los clientes.

Eficiencia y operaciones
Queremos diseñar nuestro entorno en la nube de forma que sea rentable y eficaz. Se deben identificar las ineficiencias y las pérdidas de gastos en la nube para garantizar que invierte el dinero en aquello a lo que podemos sacar el mejor partido. Debe tener una buena arquitectura de supervisión en marcha para poder detectar errores y problemas antes de que ocurran o, como mínimo, antes de que nuestros clientes los perciban. También es preciso tener visibilidad sobre cómo nuestra aplicación usa sus recursos disponibles, mediante una sólida plataforma de supervisión.

Responsabilidad compartida
El paso a la nube presenta un modelo de responsabilidad compartida. En este modelo, el proveedor de la nube administrará ciertos aspectos de la aplicación y deja al usuario la responsabilidad restante. En un entorno local, usted es el responsable de todo. A medida que pase a la infraestructura como servicio (IaaS), a continuación a la plataforma como servicio (PaaS) y al software como servicio (SaaS), el proveedor de la nube se enfrentará más a esta responsabilidad. Esta responsabilidad compartida desempeñará un papel en la decisiones de arquitectura, ya que pueden tener implicaciones en los costos, las funcionalidades operacionales, la seguridad y las funcionalidades técnicas de la aplicación. Al trasladar estas responsabilidades al proveedor, puede centrarse en aportar valor a su empresa y alejarse de las actividades que no sean una función empresarial esencial.

Opciones de diseño
En una arquitectura ideal, se crearía el entorno más seguro, de mayor rendimiento, de alta disponibilidad y el más eficaz posible. Sin embargo, al igual que con todo, hay ventajas e inconvenientes. Crear un entorno con el nivel más alto en todos estos aspectos tiene un costo. Ese costo puede venir en forma de dinero real, de tiempo necesario para entregar o de agilidad operativa. Cada organización tiene diferentes prioridades, lo cual afectará a las opciones de diseño que adopten para cada uno de estos aspectos. Al diseñar la arquitectura, deberá determinar qué ventajas y desventajas son aceptables y cuáles no.
Desea que su arquitectura sea segura, escalable, disponible y recuperable. Para hacer que eso sea posible, tendrá que tomar decisiones basadas en el costo, en las prioridades de organización y en el riesgo.
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